miércoles, 25 de octubre de 2017

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jueves, 19 de octubre de 2017

"Noches de Miedo" y otros eventos

Se saluda cordialmente a todos los visitantes de este blog y se les invita a las salidas semanales conocidas como Noches de Miedo, donde yo les compartiré historias, anécdotas y leyendas paranormales por espacio de 1 hora.
Dichas reuniones son todos los sábados, de 7-9pm; el costo es S/5.00 y el punto de reunión es la plaza de Armas de Lima.









viernes, 21 de julio de 2017

La iglesia de Montserrat: lo que se esconde tras las desapariciones

Muchas teorías han surgido para explicar el porqué de las desapariciones en la montaña Montserrat, famosa y enigmática en Cataluña. Algunas tan cotidianas, otras rayan en lo fantástico atribuyéndoselas a los ovnis.
Sin embargo, hay algo mucho más siniestro y que incluso está relacionado con esas desapariciones.
En las faldas de esa montaña catalana está una iglesia, iglesia que lleva el mismo nombre de la región, Montserrat.
Esa iglesia, lugar, por cierto, donde los sacerdotes se aíslan del mundo cual ermitaños, no sólo ostenta una gran devoción por parte de los feligreses que concurren allí sino que, también, esconde un oscuro y peligroso secreto que se ha venido destilando en los últimos años.
Un secreto que parece relacionar e incluso explicar las desapariciones, y muertes, extrañas que se han producido en las montañas cercanas.
Acompáñenme en esta investigación a la iglesia de Montserrat.




Hace unas semanas vi los videos de un youtuber llamado Alberto Canosa, un videoblogger español que denuncia los actos maquiavélicos y las conspiraciones de un sector de personas que ostentan el poder, tanto en España como en el mundo.
Él manifiesta que esas personas adineradas no sólo esclavizan a las personas mediante programas que lavan el cerebro de las clases sociales alejadas del poder político, económico y social, sino que están coludidas en asesinatos y sacrificios de niños en fiestas satánicas y misas negras, ya que todos ellos son satanistas y adoradores en secreto de Satanás.
Hace cinco videos hice un videoblog en el que narré cuatro relatos donde se hicieron ritos satánicos en diversos puntos de mi país, Perú, especialmente en Lima.
Y si sabes de lo que hablo, me darás la razón en que muchas personas que son satanistas son personas que son como uno de nosotros y que aparentan ser normales, e incluso son de la crema innata de la sociedad, pero el hecho de ser satanistas los convierte en un peligro para las personas de su entorno, en especial para los niños.
Mucho se ha hablado de los sacrificios humanos relacionados a las sectas satánicas, perpetrados en algunos casos por satanistas solitarios, en otros, por sectas en las que presumiblemente haya personas de poder.



Sin embargo, tú me preguntarás, todo esto que tiene que ver con la iglesia de Montserrat.
Simple y llanamente, te diré que se presume que algunos de los religiosos que ocupan grandes cargos en la iglesia de Montserrat en Cataluña, España, son satanistas y que realizan ritos satánicos en los que sacrifican personas, especialmente niños.
En otras palabras, las desapariciones de personas en Montserrat se responden con la teoría de que algunos de los sacerdotes de Montserrat acechan por las montañas aledañas y secuestran a las personas y/o viajeros que transiten por allí, llevándolos a un lugar secreto donde celebran rituales satánicos y misas negras, abusando de los secuestrados y asesinándolos. Algunos cuerpos son desaparecidos, ocultados, y otros son dejados a la intemperie, haciendo creer que son viajeros que han fallecido producto de la sed y el hambre tras perderse en las montañas.
 
Como lo digo, sólo se presume, no es un hecho verídico pero esto es porque no hay evidencias de tales reuniones ni mucho menos de tales sacrificios.
Ahora bien, en que me baso yo para soltar tal teoría.
El videoblogger que cité, Alberto Canosa, denuncia pública y tajantemente que tales sacerdotes están implicados en ritos satánicos y sacrificios humanos. Él menciona que tiene pruebas y testimonios de personas que aseveran lo que él denuncia.
Es más, nos recuerda a los que hayamos visto ese video que las personas que investigan estos casos y los testigos de tales hechos son amenazados y extorsionados para que dejen de investigar y que se queden callados, o simplemente son acosados y asesinados evitando que se filtre información que implique a estos presuntos implicados.
Canosa nos da a entender que esos testigos tienen que permanecer en anonimato para resguardar su integridad física, lo cual es lógico. Por ende, no hay muchas acusaciones formales respecto a ello con pruebas contundentes.

Si hay algo que me llama la atención de la investigación que hace Alberto Canosa es el relato que narra y que les comparto. Está demás recomendar discreción.
El siguiente relato es narrado al sr. Canosa por parte de una persona que presenció de forma casual un ritual satánico juntamente con un sacrificio humano en el interior del Monasterio de Montserrat perpetrado por los sacerdotes de tal iglesia.



Joseph Kosac, quien trabajaba en una radio de Cataluña, se puso en contacto, años atrás, con Canosa y le contó lo que vivió su cuñado en el monasterio de Montserrat.
El cuñado de Joseph había trabajado en el monasterio de Montserrat como albañil.
El, junto a otros obreros, estaba poniendo unas rejillas de ventilación en uno de los túneles, cuando ellos descubrieron que en un sótano estaban reunidos varios sacerdotes de tal iglesia, todos vestidos con sotanas rojas en una especie de ceremonia, justo para sacrificar a un niño.
Los obreros estaban presenciando una misa negra.
Los obreros estaban aterrados y horrorizados en extremo al ver tal imagen.
Los sacerdotes se dieron cuenta de los intrusos y cuchillo en mano los persiguieron.
Los obreros entraron en el horror más puro y lívido que jamás imaginaron y tuvieron que huir para salvar sus vidas, ya que si caían en manos de los satanistas iban a ser asesinados a fin de evitar que se pueda filtrar información de la reunión.
Afortunadamente, los obreros se salvaron al llegar a una plaza donde estaban turistas.
Nunca más regresaron los albañiles.

Justamente, el obrero fue quien le contó al sr. Canosa su experiencia y avistamiento.
Cómo dije, sólo circulan teorías y una de ellas es la vinculación de los curas con el satanismo, siendo esta la más terrible e infame de ellas pero también la que puede resultar cómo la más viable.
Las acusaciones de Alberto Canosa, después de todo, parecen tener un buen asidero y no parece tan descabellada, tomando en cuenta las cada vez más crecientes acusaciones de abuso infantil.

Si lo que Canosa afirma es cierto, entonces la iglesia católica trascendería ya no sólo cómo un lugar donde la pederastia es una constante sino como un lugar donde el satanismo y el asesinato ritual enciende una enceguecedora luz roja del engaño asesino que los sacerdotes católicos han sembrado en la sociedad.

martes, 4 de julio de 2017

Relatos en la casa de la tía Toña

(1er relato)
El primer relato es de Ana Laura y lo podrán encontrar en el sitio de Kruela. 
Este es el enlace por si gustan disfrutarlo directamente desde la página: http://kruela.ciberanika.com/0/1491/1

La casa de la tia Toña
Hola Kruela:
Espero que te encuentres muy bien, y la verdad te felicito por esta página tan genial y llena de tantas historias curiosas.
Aquí, en el Bosque de Chapultepec, más o menos a la altura de la 3a sección, muy cerca del panteón que está sobre Avenida Constituyentes (no recuerdo el nombre ahora), se encuentra una casa abandonada, y por impresiones de terceras personas que me han comentado al visitarla, es muy parecida al bosque de la Bruja de Blair.

Resulta que en esa casa, conocida como la "Casa de la Tía Toña", se puede ver a una viejita en una de las ventanas asomada, y se escuchan muchos ruidos raros, como si hubiera alguien más andando por el perímetro de la casa. Te cuento rápidamente que ese lugar está cercado por la policía ya que sucedieron varios crímenes además de cuestiones relacionadas con el narcotráfico en la misma, y está prohibido ingresar, a expensas de una multa por parte de las autoridades.

La hija de una amiga de la oficina, fue a esa casa en compañía de varios amigos precisamente el Día de Muertos (1 de noviembre) en la noche, y me comentó que al llegar al bosque, pasaron los señalamientos de restricción de entrada a esa parte (no habían patrullas en ese momento), hasta que llegaron a un puente viejo que daba a la casa. Me dijo que al cruzar el puente empezaron a escuchar cómo aventaban muchas piedras al río, y que al llegar al patio de la casa, uno de los chicos que iban en el grupo gritó de forma horrible, así que todos se dispersaron presa del miedo por los alrededores del bosque (eran alrededor de 10 personas, sólo 2 muchachas contando a la hija de mi amiga) y como pudieron se empezaron a reunir nuevamente por donde habían entrado; y me contó que revisaron al chico que había gritado viendo que un brazo lo tenía totalmente arañado , y eso los asustó bastante porque el muchacho llevaba una chamarra (suéter) americana muy gruesa y la traía desgarrada , y les dijo que al acercarse a la casa sintió que alguien le tomaba el brazo y él al voltear a ver quién era no vio a nadie y por eso gritó, pero jamás sintió el arañazo ni dolor.
Esta niña al contarme su experiencia lloraba y estaba muy espantada.

Así he escuchado más experiencias sobre ese lugar y al parecer se comenta que si se entra a la casa ya no regresas.

Espero te haya gustado esta leyenda y te mando muchos saludos.
Cualquier comentario te lo agradeceré.
Saludos desde México
Ana Laura



(Segundo relato)
El segundo relato es del creador del blog quieropasarmiedo y lo podrán encontrar en el blogspot de quieropasarmiedo. 
Este es el enlace por si gustan disfrutarlo directamente desde la página: http://quieropasarmiedo.blogspot.com/2008/05/la-casa-de-la-ta-toa.html

Esta casa es real, lo sé porque hace aproximadamente 10 años yo fui con un grupo de amigos, cuando todavía el acceso no era restringido, y todo lo que les relato en esta historia nos sucedió, los lamentos, las sombras, el crujir del puente, a mí me tomaron del brazo tan fuerte que me salió un moretón, un amigo se cayó en medio de la casa, se tropezó con algo pero ahí no había nada, nos pasaron cosas muy raras en esa casa, yo personalmente no vi la cara de la viejita en la ventana, pero 3 amigos juran que la vieron claramente al llegar.
Sin entrar a la casa, con solo verla, sabes que no es solo una construcción abandonada, yo nunca voy a olvidar esa experiencia, y si alguien gusta vivirla puede hacerlo, solo hay que burlar a los policías, que no es muy difícil ya que hasta tienen miedo de acercarse a la zona y tener mucho valor para llegar hasta adentro de la casa.


Lo interesante del relato es que en los comentarios de la entrada, la mayoría ellos del 2008, se ve que todos están interesados y entusiasmados en ir a la casa.

Hay también videos de incursiones a la casa y que están subidos en internet. Hay un video de entre tantos que hay y les comparto el link: http://www.dailymotion.com/video/x2ua5cg

viernes, 30 de junio de 2017

La casa de la tía Toña

Me es menester hablar de este lugar que ha ganado fama entre los mexicanos como uno de los lugares más embrujados de México. Para todo nacido en México resulta imposible no haber escuchado lo que la gente dice de la casa de la tía Toña.

A continuación, les compartiré todo acerca de la popular casa de la tía Toña.



En la tercera sección del Bosque de Chapultepec, el parque urbano más grande de América Latina, más precisamente en cercanías del panteón Dolores, en la Avenida Constituyente, existe una casa, que actualmente se encuentra deshabitada. Esta casa es visitada permanentemente por curiosos que quieren saber si hay algo de verdad en la leyenda de la tía Toña.

Cuenta la leyenda que habitaba ese lugar un mujer, viuda a la sazón, conocida por todos como Toña, que sola y sin hijos deseaba tener por compañía a alguna persona que pudiera aliviar sus largos días de soledad. Así fue que concibió la idea de recoger niños pobres a los que cobijar y alimentar, lo cual la hizo muy popular entre los vecinos de la localidad, ya que todos comentaban que con sus buenas acciones se había ganado el cielo.

Sin embargo, la tragedia estaba a punto de estallar en la casa de la tía Toña, como era conocida por todos. Se rumoreaba que la mujer guardaba en su casa grandes cantidades de dinero, que le habría dejado en herencia su difunto marido, un rico comerciante, y que era gracias a ese dinero, ya que no poseía otros ingresos, que la mujer podía dedicarse tan fervientemente a la obras de caridad. Pronto en las profundidades oscuras de la mente de algunos de los muchachos que ella acogía, alimentaba y abrigaba, de los tantos niños y jóvenes pobres que existían y existen en Ciudad de México, concibieron la ingrata idea de robar el dinero y huir.

Descuidados en su accionar, los jóvenes comenzaron a perturbar la paz nocturna, lo que hizo que Doña Toña se despertara y se preguntara qué eran esos ruidos que provenían del interior de la casa. Al salir de su cuarto, se topó con los muchachones, en inequívoca actitud de robo. Empezó a regañarlos y es seguro que el asunto habría quedado allí, pero el temor de ser llevados ante la policía hizo que los jóvenes tomaran una terrible decisión, armados con objetos contundentes, dieron horrible muerte a golpes a la amable tía Toña, para darse luego a la fuga. La policía, una vez, descubierto el crimen, se lanzó en busca de los asesinos; algunas versiones afirman que logró dar con ellos, otras aseguran que nunca jamás se los volvió a ver. Sea como fuere, todo el vecindario lloró la violenta e injusta muerte de una mujer dedicada a las obras de caridad.





EXPERIENCIAS PARANORMALES:
Fue poco después, ya la casa vaciada de ocupantes y de objetos (y sin noticias del dinero que había azuzado la codicia de los criminales), que fenómenos extraños comenzaron a ocurrir. La silueta de la tía Toña era vislumbrada desde fuera de la casa, como si su presencia se negara a abandonar el hogar. Cuando alguna persona interesada en comprar o rentar la casa la visitaba, escuchaba ruidos extraños, puertas que se cerraban y abrían sin explicación, muy violentamente, objetos que caían de sus sitios y gritos que parecían intentar disuadir al comprador. Los lugareños aseguran que se trata del espíritu de la tía Toña, el cual, enfurecido ante la ingratitud humana, intenta volver a ocupar su morada para vivir esta vez sin intromisión alguna, en paz, tranquilidad y soledad.

Los múltiples relatos que plagan internet sobre la casa dicen que por una de las ventanas de ésta se puede ver a una viejecilla asomada (la supuesta "tía Toña"), así como ruidos, quejidos y movimiento en el perímetro de la casa.
La famosa casa se encuentra cerrada al público por motivos de crímenes relacionados al narcotráfico. Para llegar al lugar, debe apartarse de las vías de tránsito principales del bosque de Chapultepec y cruzar el bosque hasta llegar a una barranca de 30 metros de profundidad (misma que ha cobrado las vidas de varios intrépidos y ha dejado accidentados a otros), y luego cruzar un puente colgante donde se escucha a alguien lanzando piedras al río y voces que provienen de lo más profundo del bosque.

Según quienes han ido al lugar, al cruzar el puente, una niebla densa y fría cubre el área sin importar la temperatura previa. Es en este punto donde, al ver la casa, se puede ver el rostro de la supuesta "tía Toña" asomada en uno de los ventanales de la casa, como si estuviera esperando a los visitantes. Dependiendo de quién cuente la historia, pueden oírse los lamentos de una mujer en el fondo de la barranca.

Quienes alegan haber entrado a la casa, comentan que de inmediato se siente una presencia que oprime el pecho, el aire se torna pesado y escaso, ocasionando que varios visitantes sufran de mareos y náuseas, o simplemente se desmayen.
En las habitaciones se ven sombras de niños corriendo y escondiéndose, se escuchan lamentos de dolor de la mujer y risas de infantes; así como también es común que los visitantes sientan que alguien les da palmadas en el hombro, tropiecen con objetos inexistentes e inclusive que sufran de ataques físicos que van desde moretones hasta marcas de una mano y arañazos.
Algunas versiones de la historia dicen que la habitación de la famosa tía se encuentra al final del inmueble, pero que resulta inalcanzable y que es imposible entrar, debido a que suceden aterradores eventos paranormales y que el aire se vuelve imposible de respirar, mientras que de acuerdo a otras versiones, hay quienes han logrado entrar y acabaron sus días internados en hospitales psiquiátricos.
Hay quien narra que en el camino de regreso por el puente, se sigue escuchando el lamento de la famosa tía Toña, y que se puede escuchar pasos pesados en las tablas de la construcción, de forma que parece que alguien sigue a los aterrados visitantes.

Según la página web http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.com/2011/04/la-casa-de-la-tia-tona.html, en realidad, la casa no es sitio de crímenes, ni un lugar embrujado. Es solo una mansión privada y que pertenece a alguien de dinero. El lugar tiene vigilancia todo el tiempo, y los mismos empleados de seguridad del lugar han sido los testigos de los múltiples accidentes que ocurren a jóvenes que intentan llegar a explorar la famosa "casa de la tía Toña", que no es más que un edificio que lleva 20 años en remodelación.








viernes, 16 de junio de 2017

Los Condenados

Un espectro bien conocido y, a su vez, temido en la sierra peruana, es el condenado.
El condenado es el fantasma de una persona que murió dejando una cuenta pendiente que hace que vague y pene hasta que salde su cuenta.
Tal vez la venganza o un juramento de amor o tal vez mucha congoja en su funeral hacen que el difunto sea un condenado.
La única manera que el condenado se libere es devorando a la persona con la que tiene algo pendiente.
La persona con la que hizo un juramento, o la que le debe un favor o le mató o le robó, etcétera.
Sin importar cuál sea la razón, el condenado vaga por los caminos o por el campo, atacando a la persona si ésta se dirige al lugar en dónde pena o incluso el condenado visita a la persona hasta donde ella vive.
En el Perú, los cuentos y leyendas sobre los condenados abundan.

Es por eso que hoy les compartiré cinco relatos acerca de condenados, de los cuales tres relatos los encontré en un libro y los dos restantes son relatos que me contó un amigo cuando estábamos en el colegio.
En el libro Almas en pena: Relatos sobre condenados y aparecidos de nuestra tierra hay varios relatos sobre condenados.
Yo les contaré tres relatos de condenados que encontré en este libro.
Disfruten de estos relatos que tratan acerca de los condenados.







Condenado de la vaquería de Llac Yaymay
Érase un matrimonio que vivía en San Agustín, con sus tres hijos.
El esposo se fue de viaje a Lima pero en el regreso le dio un cólico y falleció. Lo enterraron allí donde perdió la vida, un lugar llamado Tambo de Perros, por el desierto por donde se iba a Lima hace tiempo.
La señora se enteró de la desgracia y estuvo acongojada, llorando en su vaquería, que quedaba en el pueblo de Llac Yaymay.
En una noche, llegó un hombre a la vaquería. La señora se valió de una lámpara y alumbrando al extraño se dio cuenta que era su difunto esposo.
Ella, sorprendida pero a la vez contenta lo recibió amorosamente, pensando que era un sueño. Además, ella no había visto el cuerpo de él.
El señor le dijo que tenía hambre y ella le dio de comer mazamorra. Ella notó que la mazamorra estaba derramada en su pecho.
Cuando él le pidió que le diera agua, ella le contestó que habría que buscar agua y él le dijo que vaya con su cordón.
La señora se dio cuenta que su esposo era un condenado.
Al salir la señora, el cordón le dijo a ella que su esposo era un condenado y que se fuera a Puente Viejo porque allí hay personas. Antes de irse la señora a dicho sitio, el cordón le pidió a ella que lo ate en un árbol para que el muerto se demore buscándola.
El condenado vio que la señora se demoraba y decidió ir tras ella para comérsela.
Llamó a su cordón y este le dijo que estaba atado. El condenado fue tras él para desatarlo y ponérselo, porque el cordón le daba movilidad y con él podía rastrear a los vivos donde estuviese que esté.
El condenado ya se estaba aproximando a su esposa. Finalmente, la esposa llegó a Puente Viejo y allí vio a un grupo de viajeros, ya que ese punto era un lugar obligado de parada que era usado por los viajeros que iban de San Agustín a Lima. Allí paraban para comer y recoger sus avíos y de ahí madrugaban para continuar el viaje.
La esposa se les acercó y les pidió, muy desesperada, que la escondan de un muerto que la viene persiguiendo. Ellos la escondieron en sus acémilas, tapándola con los aparejos de sus acémilas.
Justo en ese momento, apareció el condenado.
El condenado se percató que su esposa estaba escondida entre los animales pero al ver la barrera de viajeros que había en torno a las acémilas se atrevió a pelear con los viajeros.
Los viajeros se defendían golpeándolo con sus estribos que tenían esquinas de níquel o de plata.
Cuando el condenado recibía golpes, salía candela de su cabeza. Así pudieron dominar al condenado.
El condenado se marchó pero antes de irse pronunció que su esposa lo había condenado por su congoja.
Cuando el muerto se fue, los viajeros acompañaron a la señora a su casa, ya que, ella quería ver cómo estaban sus tres hijos.
Pero cuál fue su sorpresa cuando vio que no estaban. En su lugar, ella encontró huesos, huesos de niños introducidos en los huecos de las paredes de la casa.
El condenado se había comido a sus hijos.

El chico que no quiso comer
En un pueblo de Cusco, había una señora que vivía con su hijo. Sus criados le servían la comida primero a él. Él siempre se acostumbró a comer siendo su planto servido antes que el de los demás.
En una fiesta que su madre hizo se preparó un gran banquete. Vinieron varios convidados, entre ellos el cura.
A la hora de comer el chico se sentó al medio. La señora le sirvió la comida primero a él pero el niño por la posición de su asiento no vio que le sirvieron primero y se puso triste.
Todos comieron pero el chico no comió, pensando que su madre lo había olvidado.
El chico se levantó de la mesa y cabizbajo salió. No volvieron a ver al chico.
El chico se había desaparecido. Su madre lo mandó buscar. Una de las empleadas fue a una casa derruida y allí encontraron al chico. El chico se había contrapesado con una piedra y estaba colgado de una faja que su mamá le había obsequiado y que él amarró en su cuello. Se había ahorcado. Su lengua se le saltó por la boca, muy horriblemente.
Ella se asustó y se lo contó a su señora quien no lo creyó pero al verlo ella misma lo comprobó.
Después que lo enterraron, el alma del niño comenzó a penar. En las noches, el condenado comenzó a vagar por las afueras de la casa de su madre, lamentándose, culpándola a ella por haberle dado el primer plato en la mesa y por ello se convirtió en condenado y que la llamaba para que penen juntos.
Ella, temerosa que él se la lleve, se hizo de crucifijos, escapularios e imágenes de santos y vírgenes con los que adornó su cuarto.
El condenado, a la noche siguiente, volvió y le dijo lamentándose que ella corrió con mucha suerte pues los santos la protegen.
Ella se lo contó a la mañana siguiente al párroco y él le dijo que no se debe dar el primer plato a los niños pues eso los hace penar. Durante tres noches, ella rodeada con las imágenes religiosas rezaba y rezaba. Eso la salvó.

El juramento
Había una pareja que se amaba muchísimo. El chico le prometió a ella que si él moría primero, él se la llevaría.
Sus padres se oponían a la relación, por lo que ellos decidieron escaparse. Así lo hicieron y se encontraron fuera del pueblo. El dinero que trajeron no les alcanzaba para mucho. Ante el apuro que pasarían por la escasez de dinero en un par de días, él joven decidió ir a su casa para robarles a sus padres, con la esperanza que encontrar un monto que les permita aguantar algunas semanas.
El joven ingresó a su casa ya muy entrada la noche. Él sabía dónde está el dinero. En eso, varios paquetes de lana se cayeron sobre el joven, aprisionándolo. El chico comenzó a gritar.
Los padres se levantaron. Su padre había cogido un hacha y sin encender la luz le atinó un certero golpe que mató a su hijo. Eso lo hizo pensando que era un ladrón.
Al día siguiente, los padres vieron el cadáver y se dieron cuenta que el ladrón era en realidad su propio hijo. Ellos lo lloraron y lo enterraron.
La chica estuvo esperando toda la noche anterior a su enamorado sin saber que él había sido victimado. Ella siguió esperándolo.
En esa noche, se le apareció el joven. En realidad era el alma de su enamorado quien quedó atrapado por el juramento que hizo.
La chica comió pero el chico no comió nada. Es más andaba muy callado.
Tras comer, él le dijo que debían caminar mucho, apartarse del pueblo. Caminaron hasta que la mujer ya no pudo más. Decidieron pernoctar cerca. En eso vieron una casa. La jovencita se fue a pedir al dueño que les dejasen dormir pero el chico le dijo que fuera ella nomás, que él se quedaría a dormir afuera.
La chica le explicó su situación al dueño de la casa, quien era una señora. La señora les preparó un mate, una bebida hecha con hierbas, muy caliente. Bebieron el mate y la chica decidió  dormir afuera con su novio, aun cuando ella quería dormir dentro, en la casa.
La señora, después de un rato, se acercó hacia ellos para verlos y cuál fue su sorpresa cuando vio que el novio exhalaba unas lenguas de fuego por la boca.
Al dia siguiente, la señora le habló en privado a la chica, diciéndole que el novio de ella, de la chica, era un condenado y que la lleva al infierno. Le dijo que él seguro se la llevará para que ella rece por él y luego se la comerá.
Ella le regaló una soga, un peine, una aguja y una tijera. Le aconsejó, por último, que lleguen a la orilla del río y que ella lo ate a él a su espalda, para convencerlo que cruce porque él seguro no va a querer cruzar el río. Una vez que esté en el río con su enamorado en su espalda, ella debería soltarlo y echarse a correr. Y cuando corra lance al suelo las cosas que ella le dio, uno por uno. Ella asintió y se lo agradeció. Se despidió  de ella y continuó la marcha con su enamorado.
Al llegar a un río, la chica convenció a su enamorado para que se deje atar a su espalda y así cruzar el río, ya que él se negó a cruzarlo caminando, tal y cómo la señora lo anticipó.
El enamorado se dejó atar con la soga y la chica cruzó el río. En la mitad de la corriente, ella desamarró la soga de su espalda y el chico cayó al río. Entonces ella llegó a la otra orilla del río y el condenado le gritó “te voy a comer” mientras era arrastrado por la corriente del río.
La mujer corrió siguiendo un camino en la orilla del río. El condenado pudo llegar a un islote, donde se desató las manos y comenzó a perseguirla.
Ella, al ver que el condenado se aproximaba, botó el peine al suelo y se convirtió el peine en un obstáculo. Tras superarlo, el muerto remontó distancia. La mujer botó la tijera y esta se convirtió en un peñasco. Sucedió lo mismo. El muerto remontó la distancia y cuando iba a alcanzar a la chica, ella lanzó el último objeto: la aguja, la cual se convirtió en una masa de agua.
Aunque esos obstáculos fueron superados, le dieron un tiempo valioso a la chica en su persecución.
Ella vio a unos hombres que venían con piaras de mulas y varios peones.
La mujer les pidió que le ayuden a esconderse de un muerto que la perseguía. Ellos la escondieron entre los animales. La taparon con odres que contenían alcohol.
El condenado comenzó a pelear con los hombres debido a que ellos le obstruían el paso a las mulas, ya que olfateaba que la mujer estaba allí.
El condenado terminó hecho un amasijo de carne y huesos. Los hombres juntaron sus restos y lo quemaron. De entre las cenizas salió volando una paloma blanca, la cual era el alma del difunto pero ya librada y salvada de su condena. La paloma dijo que por el juramento que hizo con su enamorada se condenó pero que ellos lo salvaron. Tras decir ello remontó el vuelo.

En los relatos que escucharon, notaron como algunas cosas fantasiosas entraron en escena, e incluso, se repitieron en dos relatos. Lo más seguro es que son elementos y variaciones que las personas decidieron agregarle para mostrar enseñanzas.
Sin embargo, creo que hubo apariciones de estos espectros en toda su dimensión, sin cuotas de fantasía agregadas.
Esos relatos no son los únicos que escucharan.
Hay relatos de la aparición de estos espectros contados sin mucha fantasía, algo más verosímiles y más aterradores.
Para cerrar con broche de oro este video, les compartiré dos relatos que me contó un amigo del colegio hace once años.




RELATOS DE MI AMIGO
En el 2004, en una tarde en que no había clases, mi amigo del colegio, nivel secundaria, me contó dos historias de espectros. Los dos ocurridos en un pueblito del departamento de Ayacucho.

El primer relato trata de que un grupo de personas iban caminando por camino en el campo. Era de noche. Uno de ellos estaba bien borracho, tanto que se quedó dormido en el camino. Las personas trataron de hacerlo despertar pero en eso escuchan a lo lejos un griterío y pasos de personas que se acercan hacia ellos. Ellos desconocían quien podía ser y reparando en que eran ánimas decidieron esconderse tras unos arbustos detrás del camino. Intentaron llevarse al borracho pero como no podían decidieron echarle una manta para que lo cubra, al sentir la proximidad de las supuestas personas.
Los viajeros, escondidos, vieron quienes eran los que se acercaban. Eran unos condenados, unos diablos que hablaban y cantaban, con un aspecto que daba horror a quien los miraba.
Ellos no se percataron del borracho y siguieron de largo por el camino, perdiéndose.
Al escuchar sus voces ya lejos hasta casi desaparecer, las personas salieron de los arbustos y decidieron llevarse al borracho antes que regresen los condenados. Cuando levantaron la manta, vieron que el muerto era ahora un esqueleto. Los condenados se lo comieron y se llevaron su alma.

El segundo relato trata de un vecino que siempre compraba en la tienda de un señor. Era su casero porque siempre compraba allí. Como siempre le compraba, hubo una gran amistad entre ellos. En una ocasión el vecino le juró que siempre le compraría a él. Luego de un tiempo, el tiendero murió. Hubo una tristeza por el vecino por perder a un amigo pero ni modo, la vida debía continuar. Hizo sus labores normales y las compras del mercado.
Claro, él tuvo que comprar en otro sitio, ya que ni modo que le compre a un muerto.
Sin embargo, él no reparó en las consecuencias por ese juramento y por el desobedecerlo.
En una ocasión, ya en la medianoche, el vecino escuchó unos quejidos y lamentos en su casa.
De pronto, se le apareció el espectro de su casero. Él le hizo acordar de su juramento así como él lo rompió, obligándolo a penar. La única forma de liberarse era comiéndolo. El vecino, aterrado, salió huyendo de su casa, perseguido por el condenado. Sin importar que tanto corrió, el condenado siguió persiguiéndolo hasta que, finalmente, lo alcanzó y se lo comió.



Historias de encanto



1.- Los músicos y el encanto (Puno, Perú)
Esto pasó en Puno, departamento al sur del Perú. Para una fiesta de “Casarasiri” (matrimonio) una familia había contratado una banda de músicos para que toque todo el día.
En los lapsos de descanso, ellos comían y bebían cerveza.
Al ser cerca de las 12:00 de la noche, ellos decidieron irse.
Estaban muy borrachos. Se fueron tocando por la pampa, tomando y tocando.

Así, tan borrachos en la noche se les apareció un hombre, para ellos era como si fuera de día, ese hombre les dijo: "les voy a pagar todo lo que quieren, señores músicos."

Bueno, hicieron otro contrato. 
Entonces les hizo caminar por una ciudad muy bella y glamorosa. Pero antes de entrar por la puerta, uno de los músicos no pudo aguantarse las ganas de miccionar y se fue a orinar cerca de la entrada de la ciudad. Todos los músicos entraron a la ciudad menos el que se quedó miccionando. En eso, se cerró la puerta.
El músico escuchó el sonido de la puerta cerrándose y ni bien terminó de orinar, se fue presuroso para ingresar a la ciudad.
Tocó la puerta, pero nadie le habría, tanto fue que tocó se cansó, entonces furioso decidió caminar rumbo a su casa, mientras se escuchaba la música que la banda efectuaba.
Estaba enojado por haber perdido una gran oportunidad de trabajo. Así él músico llegó a su casa en la madrugada.

Más tarde, las esposas de los demás músicos le preguntaron dónde están sus compañeros, él, un poco mareado, les dijo: "se fueron a tocar a otro sitio, cuando estuvimos viniendo se hizo el contrato."

Al saber la noticia todos los familiares decidieron ir al sitio, él los llevó. 
"Es aquí" dijo.
Los familiares solo vieron un cerro y se escuchaba la banda de músicos, entre ellos se miraron.

El músico dijo: "esta parte del cerro era una puerta dorada y ahora no hay nada, sólo estás rocas nomás."

Así, que durante una semana seguía tocando de día y noche, esto ha disminuido cada día poco a poco. Por este motivo se dice que cuando contratamos una banda de músicos se deben irse antes de medianoche a su comunidad, porque les puede coger el encanto.





2.- El cerro de las tres cruces (Huánuco, Perú)
Este relato me lo contó un amigo, al que mantendré en anonimato.
En un recodo del departamento de Huánuco, existe un paraje, un cerro llamado cerro de las Tres Cruces.

Allí las personas van, paseando por las tres cruces puestas en el cerro, pero nadie llegaba hasta la última cruz porque se decía que allí había una entrada dentro del cerro donde había algo malo.
Mi amigo me dijo que un amigo, un paisano suyo le contó que él y dos amigos habían ido al susodicho cerro. Llegaron hasta la tercera cruz y vieron la entrada de una cueva. Ingresaron ellos al interior. A pesar de lo oscuro que era, pudieron apreciar como laberintos en los que había unos cuartos.

Aunque tenían un poco de miedo, decidieron explorar el primer cuarto.
Allí, en el primer cuarto, dice su amigo que vieron a una persona sentada en el suelo. 
Por más esfuerzo que hizo no pudo verle el rostro a ese sujeto. Ese extraño personaje les dijo que se quedarán atrapados en la cueva para siempre. 

Entonces, ellos salieron corriendo pero antes que corriesen se abrió un hueco en la tierra y uno de ellos cayó en el agujero. Los demás corrieron y no se dieron cuenta hasta cuando bajaron del cerro. No volvieron a subir para recuperar a su amigo. 
El amigo de ellos continúa desaparecido hasta el día de hoy.


martes, 30 de mayo de 2017

Libro “Mitos y leyendas de Cañete y Yauyos” - Cleto Aguado Gutierrez (Leyendas de terror de Cañete y Yauyos, Perú)



Continuando con la serie Especial Libros, les comparto una serie de relatos del libro “Mitos y leyendas de Cañete y Yauyos” de Cleto Aguado Gutierrez.
Espero disfruten los relatos que a continuación comparto. 


CERROS ENCANTADOS Y LAGUNAS EMBRUJADAS


El pozo de la calzada
A poca distancia del distrito cañetano de Cerro Azul, en el camino al distrito de San Luis, hay un paraje llamado La Calzada. Por un cerro próximo corre una acequia.
El origen de esa acequia causa revuelo y miedo.
Hace décadas, un ciudadano inglés, muy acaudalado,  el señor Renycke, se estableció en San Luis. Por ese entonces el pueblo de San Luis no se había fundado.
Vio que había necesidad de una acequia para regar esas tierras y convertir esa tierra en una prospera villa. Se dice que él le vendió su alma al diablo a cambio de que aparezca una acequia. Así se cumplió el pacto. Al poco tiempo, el señor Renycke falleció. Cuando lo velaban, apareció un perro que tiene los ojos como dos fuegos y se apagaron las luces. Algunos acompañantes se desmayaron.
Cuando regresó la luz, se dieron con la sorpresa que el cuerpo no estaba allí. El diablo se lo llevó en cuerpo y alma.

La laguna encantada
En un lugar cercano al distrito de San Luis de Cañete, hay una pequeña laguna, cuyas aguas son calientes, en las que nadie se puede bañar, porque sale un raro animal de en medio de la laguna y empieza a dar vueltas formando espuma, oyéndose luego, como a lo lejos, acordes de una marcha guerrera.
Se cuenta que el agua cambia de color, razón por la que muchos pastores no la han vuelto ver por segunda vez, ya que, esta desaparece. La misma persona sólo la puede ver una sola vez.

Higo laguna
Un lugar amplio denominado “Paruco” está reverdecido permanentemente por los potreros de alfalfa y huertas con plantaciones de higueras, nísperos, granadillas y blanquillos que son regalados con las cristalinas aguas provenientes de Higo Laguna, de apariencia hosca que se halla casi escondido entre promontorios naturales y espesa vegetación silvestre.
Cuenta la tradición que esta laguna es encantada, pues en las noches cada cierto tiempo conversa con un pequeño manantial cercano “Sauces Puquio” del que recibe sus aguas, a la vez que es un lugar donde aparecen extraños personajes y animales. Una de esas apariciones es la de un gallo que emerge parado en una roca, en el medio de la laguna en épocas de la luna llena a medianoche.
Tras cantar tres veces el gallo, se escucha el tañer de una campna y las notas alegres de una banda musical a cuyo ritomo aparecen bailando unos diminutos hombres y mujeres encantados disfrazados de Machines y Chunchas, personajes de un baile tradicional del lugar.
Los habitantes del lugar recomiendan que a la hora que suceden estas apariciones (la hora de la laguna) la gente no debe pasar puesto que nadie se salva de verla y muere a las pocas horas gateando como si se tratara de una fruta podrida.

La laguna de tupinachaca
el cerro Tupinachaca es conocido por el pueblo de Tupe como su cerro guardián y protector, su Apu.
Se cuenta que un niño pastor llamado Pedro estaba arreando su rebaño de ovejas y cabras para apacentarlos en los pastizales de las inmediaciones del cerro Tupinachaca.
Al mediodía decidió aprovechar para comer su fiambre.
Es un remoto paraje, muy silencioso.
Allí él se quedó dormido. Al anochecer, sus familiares lo comenzaron a buscar, ya que él no había regresado.
Su padre lo fue a buscar, llegando al sitio donde el niño se quedó dormido. Pedro no estaba allí sino sólo su manto.
La búsqueda del niño continúo en los siguientes días. A la semana, el padre encontró al niño en las agrestes estribaciones de un cerro, el cerro Tupimachaca, casi irreconocible, con un cuerpo escuálido, desfalleciente y con dificultades para hablar. Su padre le preguntó qué le pasó, adónde se fue.
El niño le contó que  estaba durmiendo y se le apareció en su sueño un hombre blanco que lo llevó a un lujoso palacio, dónde comió mucha fruta y en eso se despertó y estaba allí con su padre.
Su salud se agravó tanto que murió días después. El encanto del cerro lo mató.
Lo curioso del caso es que en las rocas del cerro Tupinachaca es notoria la figura de un hombre pintado de color rojo además de otro dibujo de un hombre también de rojo, con un poncho y una flecha. ¿Será, acaso, el diablo?

La laguna de coayllo
En el distrito de Coayllo existe una quebrada llamada Piedra Huaca donde hay una laguna, la laguna “La Melancolía” que presenta un aspecto tenebroso.
Pese a decirse que estaba encantada, un hombre se atrevió a ir a la laguna. Fue acompañado de su perro y un gallo.
Después de una larga caminata, se sentó a comer su fiambre. De pronto escuchó el tañer de una campana, además escuchar notas de una banda musical.
Sin reparo, reinicio su marcha a la alguna. Al llegar allí, encontró que en el ella nadaban unos patos. Quiso atraparlos pero súbitamente sintió nauseas a cada intento.
Pasó la noche intentando dormir pero no pudo por los interminables ruidos espantosos que escuchaba, además de lo que vio. Caballos plateados cabalgados por extraños jinetes. Toros embravecidos que salían de los socavones cercanos, que corrían en torno a laguna y se sumergían en sus aguas.
Al ser la medianoche, el lugar empezó a incendiarse y en su huida, el señor corrió pero intempestivamente se vio atrapado en la gigantesca boca de una inmensa serpiente.
Cantó el gallo y la serpiente se quedó convertida en piedra.
El hombre pudo salir y llegó a su pueblo, dónde, tras contar lo que vivió en la laguna, murió.


DUENDES, SERES MONSTRUOSOS, BRUJAS, PROCESIÓN DE MUERTOS




Duendecillos
Esta leyenda es propia de la provincia de Cañete.
En un lugar cercano al actual pueblo de Pacarán, están las ruinas de un antiquísimo adoratorio indígena. Allí, a partir de la medianoche, salen de entre las ruinas arqueológicas y de las plantas de pacae, viñedos y platanales de las chacras de su alrededor, unos duendes, particularmente en la temporada de cosechas.
Eran estos duendes unos enanos con la cabeza totalmente ausente de cabello. Se descuelgan de las ramas de los árboles frutales. Era un lugar temido por las personas y nadie osaba acercarse si es que no quería ser asustada por los duendes.

El cerro negro y los uchuchullkos
Esta leyenda es particular de la provincia de Yauyos.
A dos leguas del pueblo de Aquicha, en la jurisdicción de Huantán, se eleva el cerro “Negro”, cubierto predominantemente por piedras negruzcas que le dan un color oscuro, donde existe una misteriosa tinaja que contiene casi permanentemente aguas cristalinas. Lo interesante del caso es que tiene por dueños no a seres humanos, sino a unos hombrecillos barbudos, llamados Uchuchullkos. Estos viven cerca de las lagunas y en los cerros elevados. Ellos poseen grandes rebaños de vacas, vicuñas, venados, ovejas y llamas en estado silvestre, siendo su ganado también de una estatura pequeña. Son una raza de hombres y mujeres los Uchuchullkos.
Cuando la gente ve su peculiar ganado, los animales se esconden debajo de unas piedras, sentándose encima sus pastores, hasta que se retire la gente extraña. Se les encuentran a esos hombres y a su ganado en los sombríos parajes de Matarcocha, Chocpaniso y Huauche, lugares cercanos al cerro negro.
En los días del Corpus Christi, esos hombrecillos preparan en cerro negro una curiosa exposición de productos, dulces, frutas, etc.
Las personas que pasan por esos lares en esa época, son halagadas por los Uchuchullkos, pero al aceptarlos, ellos ya no pueden regresar sino que se quedan como pastores de sus ganados. Se dice que esas personas que aceptaron esos fiambres ya no volvieron nunca más a sus casas.

La herranza de los uchuchullkos
Hay relatos de las herranzas que realizan los Uchuchullkos a sus ganados allá en las frígidas cumbres andinas, donde están sus rusticas casitas construidas de piedras y que se aprecian aún en la actualidad.
Un ganadero del pueblo de Tupe, llamado Simón. Fue pastando su ganado junto con él al lugar llamado Armurpata. Al legar a una pampa miró a lo lejos que de un corral humeaba una fogata. Se acercó invadido por la curiosidad y vio con sorpresa a gente diminuta. Los Uchuchullkos.
Él, preso del pánico, emprendió veloz huida, pero los Uchuchullkos lo detuvieron, invitándole a su reunión. Ante tanta gentileza se quedó. Había gran cantidad de comida, carnes, frutas, tubérculos, etc. Había barriles de pisco.
La herranza no es sino el ritual de cortarles una porción de las orejas para distinguir los ganados. La herranza fue amenizada por la música andina proveniente de la corneta, tinya y flautas.
Cuando terminó toda la ceremonia, Simón decidió despedirse y los Uchuchullkos le regalaron un fiambre lleno de pachamanca.
Cuál fue su sorpresa cuando abrió su alforja encontró sólo piedras y carne. Ello hizo que apresurara sus pasos antes que caiga la noche.
Se dice que estos diminutos hombres protegen a los animales salvajes de las serranías de Yauyos. Cuando hay un cazador que está cazando vicuñas y venados, le aparecen en sus orejas unas marcas. Esto prueba que el Uchuchullko está molesto con él.

El guayabo
Esto sucedió en la capital de Cañete, San Vicente de Cañete.
En el antiguo camino de San Vicente a la hacienda El Chilcal, a un costado de la acequia llamada San Miguel, existía una enorme planta de guayabo,  que a partir de la medianoche se caía al suelo cada cierto tiempo y sus raíces a flor de tierra en la oscuridad de la noche se movía semejante a gigantescas serpientes, lo que causaba espanto e impedía todo intento de paso de cuantas personas y vehículos se acercaban por el único camino.
Un día de estos hechos, un grupo de trabajadores de la hacienda el Chilcal, aprovecharon su descanso decidieron acudir a este lugar provistos de sus herramientas de trabajos como machetes, hachas, picos y palas para eliminar aquel estorboso árbol. Ya ante el árbol de guayabo, ellos cortaron sus raíces y cuál fue su sorpresa que encontraron debajo de la excavación a una inmensa serpiente de siete cabezas que cuidaba celosamente unas tinajas llenas de monedas de oro y plata.
Sin pensarlo, mataron al animal y se repartieron el tesoro.  Sin embargo, las monedas comenzaron a desaparecer hasta que todos se quedaron con las manos vacías. Dijeron que el tesoro estaba endemoniado.

La costurera
Esta historia es propia de un pueblo de Cañete.
Hace muchísimos años, vivía en el distrito de Pacarán una costurera que tenía por costumbre quedarse hasta avanzadas horas de la noche realizando los trabajaos propios de su actividad.
En cierta oportunidad, estuvo cosiendo hasta pasada las doces de la noche y de pronto escuchó extraños murmullos de gentío en la calle. Esto le dio curiosidad por saber de qué se trataba. Al salir de su casa, vio que una muchedumbre se acercaba a su establecimiento. No conocía a nadie, ya que las personas tenían cubiertas las cabezas con mantos negros. En sus manos sostenían velas encendidas. Esa procesión avanzaba, lentamente.
Una de las mujeres le entregó una vela. Ella la guardó debajo de su almohada. Al día siguiente, la vela ya no estaba. En su lugar, estaba una canilla de muerto.

Misteriosa bola de fuego
Esta historia es propia de un pueblo de Cañete.
A pocas leguas hacia el norte del distrito de Quilmaná, se yerguen dos elevadas cumbres que se conocen con los nombres de Cerro La Cuchilla y Cerro Peinado por sus características orográficas muy peculiares, en cuya parte baja aún existe en estado de abandono la antigua carretera Panamericana Sur hacia Lima.
Cuenta la tradición, que desde mucho antes de la fundación del pueblo de Quilmaná, se veía rodar de la cumbre del cerro Peinado, una extraña bola de fuego a gran velocidad, rebotando en dirección a las áridas pampas de Quilmaná, hecho que se producía durante las noches con bastante frecuencia, particularmente en los meses de Febrero y Marzo, meses calurosos, típicos de verano.
El fenómeno llegaba hasta las inmediaciones de las escasas rancherías de esteras y carrizos que ocupaban los pocos moradores del lugar. Muchos huían ante tal escenario macabro.
Al pasar los años, un grupo de moradores decidieron ir al lugar de las apariciones, más que nada despertados por la curiosidad y el interés de desentrañar tal misterio.
Tras escalar las abruptas faldas del cerro, esperaron, pero en vano. No vieron nada. Desilusionados, se regresaron cada uno a sus casas.
Nunca se supo que era. Sin embargo, según he oído de historias de bolas fuego, no hay dudas que se trataba de una bruja.



 ESPECTROS FEMENINOS




Las lloronas
Esta tradición es de Imperial y San Vicente, distritos de Cañete.
En las noches era común que se aparecieran por las calles de esos dos distritos a unas entidades femeninas conocidas como Lloronas. Estas eran mujeres que tenían pecados graves por convivir con sus compadres o parientes. Para salvarse penaban sus culpas vagando, en la soledad de la noche.
En las noches de luna llena, preferentemente, estas mujeres hacían su aparición con vestidos negros que le cubrían el cuerpo y mantas que le cubrían su cara. Se sabía por qué calle estaban pasando esos espectros porque ni bien caminaban las lloronas, automáticamente los perros del lugar por donde pasaban aullaban.
Estas mujeres proferían gritos y gemidos lastimeros, aunque, antiguamente, las lloronas gritaban de manera desgarradora, botando fuego por la boca.
Los desafortunados que caminaban por las calles de noche, generalmente personas que regresaban de una fiesta, se desmayaban del susto.

Mujer de coton verde
Esta tradición es de Yauyos.
En un lugar entre los pueblos de Huañec y Quinches está Pongosh, conocido paraje donde los antepasados de estas comarcas pactaban y dirimían sus lances de honor. A poca distancia de este sitio existe una cueva y, según cuentan, allí se aparece una mujer que viste una prenda llamada Cotón que no es sino una prenda de lana en forma de túnica, la cual sólo se le aparece a solitarios hombres enamorados que pasasen cerca de dicha cueva.
La mujer adopta la figura de la enamorada del interceptado y le dirige palabras cariñosas. Luego, ella le invita a que la acompañen hacia la cueva, el lugar encantado. Cuando el engañado se da cuenta de la farsa que en realidad se está dirigiendo al engaño del fantasma, la mujer se enfurece con el hombre e intenta llevárselo a empellones o a rastras o a incluso a golpes. Cuentan, que si el hombre no pronuncia el nombre de Dios, él puede quedarse encantado. En cambio, si lo pronuncia, la mujer desaparece al instante.
Siempre se aparecía esta mujer al mediodía en épocas de invierno, en las tardes de espesa niebla y en las noches de luna llena.

La ñusta mama culi
Esta es una historia que se cuenta en un pueblito de Yauyos.
El nevado Ancovilca tenía por dueña a una ñusta, una princesa inca, la Ñusta Mama Culi.
Ella tenía centenares de ganado auquénido disperso en los parajes y corrales de la quebrada de Yupanca en la jurisdicción de Miraflores.
Un grupo de jóvenes no muy trabajadores de Huaquis organizaron una cuadrilla para enamorar a la ñusta pero siempre fracasaban. La ñusta Mama Culi iba ricamente ataviada, acompañada de un perrito blanco.
En una ocasión, un mancebo de Huaquis organizó una caravana para enamorar y conquistar a la princesa. Incluso se quedaban a pernoctar en las frígidas cumbres desoladas. En una noche de luna llena, él fue solo a la cumbre. Al aproximarse al nevado Ancovilca vio a Mama Culi bailando y cantando.
Cuando el muchacho se acercó, el ganado se sumergió en las aguas de la laguna “Ahuay”. Él corrió para detener a Mama Culi, quien se iba a sumergir en la laguna, pero una espesa neblina le cubrió le cubrió en una aparentemente oscura noche silenciosa, cayendo inconsciente al suelo.
Un pastor, tras varios años después, lo encontró durmiendo en la vera del camino con los brazos extendidos en forma de cruz. Él se despertó de su sueño y no dejó de balbucear “Mama Culi…Mama Culi”. El joven regresó al pueblo pero ya su salud estaba tan debilitada que falleció al poco tiempo, mientras repetía “Mama Culi…Mama Culi”.