Espantar, penar, hay espíritus
o fantasmas. Para el caso es lo mismo. Sin embargo, lo peor es cuando creemos o
nos convencemos que en nuestras propias casas espantan. Fantasmas, duendes,
sombras, etc. Es sabido que muchas personas relatan que en sus casas espantan.
Yo me aúno a las personas que
dicen que en sus casas pasan fenómenos paranormales.
A continuación, les compartiré
algunas experiencias relacionadas a mi casa.
Yo vivo en un departamento de
un edificio ubicado cerca de una céntrica avenida de Lima. Cuando nos mudamos a
este departamento, observamos que en las paredes estaban inscritas unas cruces
dibujadas por lápiz. No
sé pero se me hace que el anterior dueño dibujó las cruces como para proteger o
santificar la vivienda. La pregunta es de qué.
Hace 12 años, en una noche del
2003, estábamos mi papá, mi hermano mayor y yo en la sala del departamento. Estábamos
conversando acerca de fantasmas. No me acuerdo cómo empezamos a hablar de ello
esa noche. Lo que si me acuerdo es que mi hermano nos contó que cuando él se
quedaba a dormir en el sofá de la sala escuchaba risas de niños en la sala, muy
cerca de él. Él pensaba que éramos yo y mi hermana y siempre lo pensó así, hasta
que una noche él estaba en el baño, cuando escuchó risas de niños en la sala. Pensó
que éramos nosotros que estábamos despiertos y jugando allí. Cuando salió del
baño, no encontró a nadie en la sala. Se fue al cuarto y nos encontró durmiendo
plácidamente. Cabo precisar que no había otros niños en la casa fuera de nosotros. Si no
éramos nosotros, ¿Quiénes eran?
Se hizo más habitual que mi
hermano conversase con mi papá en la casa por las noches acerca de fantasmas.
Yo escuchaba atentamente para no perderme ninguna historia.
En el 2005, mi hermano nos
contaba historias de la casa Matusita y de cómo él logró ingresar con unos amigos
a esa famosa casa, también nos contó del centro cívico y de su anterior trabajo
cuando trabajó de recepcionista en un hotel. Sin embargo, una historia que la
llevaré conmigo para siempre es la siguiente: mi hermano como dije, dormía en
el sofá de la sala. Él se desvelaba viendo televisión en la sala, mientras los
demás dormíamos en el cuarto. Él oía un
ruido que siempre sucedía en las madrugadas, como si alguien arrastrase
muebles. El sonido lo oía del departamento de abajo.
Al día siguiente de
escuchar tal ruido, se acercó al vecino de abajo, quien era su amigo y le preguntó si la
noche anterior no estaban jalando o arrastrando muebles, y él contestó que no y
que más bien pensó que éramos nosotros quienes arrastrábamos dichos muebles. Eso confundió mucho a mi hermano, ya que varias noches mi hermano lo escuchó... Pero si no
era de abajo y no era en nuestra sala, ¿de dónde venía? Mi hermano se respondió
a que el sonido venía del piso.
Mi padre comentó que él
también escuchó esos ruidos desde hace más años. Nos comentaba que al lado del
edificio y que oía el ruido detrás de la pared, ósea, suspendido bajo 5 pisos.
Para mí mala suerte, yo
escuché ese mismo ruido. Al lado de nuestro apartamento vivía una vecina
llamada Mercedes. Yo por ese año, 2005, sufría insomnio y no dormía hasta las
2am. Yo y mi papá escuchábamos esos ruidos y pensábamos que era de la casa de
la vecina. Mi papá le preguntaba a ella y ella decía que no arrastró ningún
mueble.
Sin embargo, el ruido siempre
parecía que venía de abajo, cómo mi hermano lo sospechó.
Lo curioso es que ese
apartamento tenía unos años de estar desocupado ya que el vecino que era amigo
de mi hermano había dejado ese apartamento junto a su familia.
Llegamos a la conclusión tanto
mi papá, mi hermano y yo que era algo paranormal.
UN SUPUESTO DUENDE
En ese mismo año yo estaba
haciendo mis tareas en la sala, ya de noche. Mi papá se había acostado ya. Mis
hermanos iban a regresar más tarde. Eran ya como las 11pm y yo estaba sentado
en la mesa cuando sentí que algo me tocó la pierna.
Yo me asusté y me levanté
rápidamente. Inspeccioné debajo de la mesa y no había nadie.
En ese momento me acordé de lo
que dijo mi hermano unos años antes que escuchaba risas de niños. Probablemente
haya sido el espectro de un niño.
RUIDOS EXTRAÑOS EN MI CASA II
Años después, en el 2007, el
departamento de abajo fue ocupado por un señor misterioso. Mi papá decía que
era un brujo, ya que desde la ventana se veía que se quedaba despierto en las
madrugadas. Al parecer aprovechaba las madrugadas para hacer sus trabajos.
Ese año, el fenómeno del
arrastre de mueble se hizo más fuerte y lo peor fue que también se escuchaba
campanadas de reloj, de esos de péndulo, antiguos y grandes. No saben que
aterrador es cuando mezclas esos sonidos a las 2am.
En una noche del 2012, yo
dormía en el sofá. Era ya de madrugada cuando sentí algo se me metió. No podía
respirar. Me retorcí durante unos segundos. Quería despertar pero no podía.
Luego de unos eternos diez segundos, recién me pude despertar y me incorporé,
recuperándome de lo que me pasó.
Días después experimenté en mi
cuarto lo mismo. Yo duermo en un camarote.
Sentí lo mismo. Que algo se me
había metido. Quería despertar pero no
podía. Fue algo horrible y aunque duró unos pocos segundos, para mí duraron
minutos.
Me desperté tal como la otra
vez y me incorporé. Tras recuperarme de lo que me pasó, me volví a acostar.
Nunca más me volvió a ocurrir eso.
Lo que pienso es que un
espíritu quiso apoderarse de mí cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario