martes, 30 de mayo de 2017

Miedo después de leer relatos de terror



En el 2007, yo acostumbraba ir los domingos al internet en donde trabajaba mi hermano mayor para gorriarle una cabina de internet en donde me pasaba horas desde las 10am hasta las 4pm o 5pm. Unos tres o cuatro domingos en ese 2007, iba con mi amigo José, al que lo buscaba a su edificio. A veces en unas mañanas soleadas. Pero, casi todos los domingos, fui yo solo. En fin, me quedaba jugando algunos juegos en red o veía videos musicales en Youtube o leía relatos de terror en algunos foros como escalofríos y pasar miedo.

Un domingo en que fui solo, me quedé enganchado con relatos de terror que era cada vez más interesantes y aterradores.

Me acuerdo que regresé a mi casa en una tarde soleada de invierno. Por el hecho de haber leído muchos relatos que me erizaron el vello de mi cuerpo, pensé que en mi casa, en esa tarde me iban a espantar. Pero no. Toda esa tarde y noche la pasé tranquilamente en mi casa.
Sin embargo, toda la situación cambió drásticamente cuando todo el mundo se fue a dormir. 

En ese entonces yo no podía conciliar el sueño sino después de un buen tiempo. Tenía el sueño lento. Por ello, me quedé a ver películas y series en la sala de mi casa hasta altas horas de la noche y esa noche no fue la excepción. Yo recién fui a acostarme recién a las 2am.
No sé si estaba sicoseado o no, pero ya acostado en mi cama me imaginaba que algo acechaba en mi cuarto. Cualquier ruido externo lo asociaba que fue en el interior de mi casa.
Los pasos, ruidos y conversaciones que escuchaba en otros apartamentos los escuchaba cerca, cómo si proviniesen de la sala o de la cocina de mi casa.
Cuando escuché ladrar a los perros me aterré pensando a que le pueden estar ladrando y de inmediato se me vino a le mente la palabra. Fantasmas. 

Sin embargo, las dos cosas fuera de lo común que viví esa noche fueron las siguientes:
La primera fue que escuché el tañer del reloj antiguo de campanadas del apartamento de abajo. Lo insólito era la hora. Las 2 de la madrugada.
La segunda fue que escuché ese arrastre de muebles que yo escuché varias veces.
Igual, no creo que haya sido el señor de abajo. Eran un poco más de las 2 de la madrugada. No creo que alguien jale el mueble a esa hora todos los días.




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