viernes, 16 de junio de 2017

Historias de encanto



1.- Los músicos y el encanto (Puno, Perú)
Esto pasó en Puno, departamento al sur del Perú. Para una fiesta de “Casarasiri” (matrimonio) una familia había contratado una banda de músicos para que toque todo el día.
En los lapsos de descanso, ellos comían y bebían cerveza.
Al ser cerca de las 12:00 de la noche, ellos decidieron irse.
Estaban muy borrachos. Se fueron tocando por la pampa, tomando y tocando.

Así, tan borrachos en la noche se les apareció un hombre, para ellos era como si fuera de día, ese hombre les dijo: "les voy a pagar todo lo que quieren, señores músicos."

Bueno, hicieron otro contrato. 
Entonces les hizo caminar por una ciudad muy bella y glamorosa. Pero antes de entrar por la puerta, uno de los músicos no pudo aguantarse las ganas de miccionar y se fue a orinar cerca de la entrada de la ciudad. Todos los músicos entraron a la ciudad menos el que se quedó miccionando. En eso, se cerró la puerta.
El músico escuchó el sonido de la puerta cerrándose y ni bien terminó de orinar, se fue presuroso para ingresar a la ciudad.
Tocó la puerta, pero nadie le habría, tanto fue que tocó se cansó, entonces furioso decidió caminar rumbo a su casa, mientras se escuchaba la música que la banda efectuaba.
Estaba enojado por haber perdido una gran oportunidad de trabajo. Así él músico llegó a su casa en la madrugada.

Más tarde, las esposas de los demás músicos le preguntaron dónde están sus compañeros, él, un poco mareado, les dijo: "se fueron a tocar a otro sitio, cuando estuvimos viniendo se hizo el contrato."

Al saber la noticia todos los familiares decidieron ir al sitio, él los llevó. 
"Es aquí" dijo.
Los familiares solo vieron un cerro y se escuchaba la banda de músicos, entre ellos se miraron.

El músico dijo: "esta parte del cerro era una puerta dorada y ahora no hay nada, sólo estás rocas nomás."

Así, que durante una semana seguía tocando de día y noche, esto ha disminuido cada día poco a poco. Por este motivo se dice que cuando contratamos una banda de músicos se deben irse antes de medianoche a su comunidad, porque les puede coger el encanto.





2.- El cerro de las tres cruces (Huánuco, Perú)
Este relato me lo contó un amigo, al que mantendré en anonimato.
En un recodo del departamento de Huánuco, existe un paraje, un cerro llamado cerro de las Tres Cruces.

Allí las personas van, paseando por las tres cruces puestas en el cerro, pero nadie llegaba hasta la última cruz porque se decía que allí había una entrada dentro del cerro donde había algo malo.
Mi amigo me dijo que un amigo, un paisano suyo le contó que él y dos amigos habían ido al susodicho cerro. Llegaron hasta la tercera cruz y vieron la entrada de una cueva. Ingresaron ellos al interior. A pesar de lo oscuro que era, pudieron apreciar como laberintos en los que había unos cuartos.

Aunque tenían un poco de miedo, decidieron explorar el primer cuarto.
Allí, en el primer cuarto, dice su amigo que vieron a una persona sentada en el suelo. 
Por más esfuerzo que hizo no pudo verle el rostro a ese sujeto. Ese extraño personaje les dijo que se quedarán atrapados en la cueva para siempre. 

Entonces, ellos salieron corriendo pero antes que corriesen se abrió un hueco en la tierra y uno de ellos cayó en el agujero. Los demás corrieron y no se dieron cuenta hasta cuando bajaron del cerro. No volvieron a subir para recuperar a su amigo. 
El amigo de ellos continúa desaparecido hasta el día de hoy.


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