domingo, 26 de febrero de 2017

Libro “Leyendas y Tradiciones Iqueñas” - Juan Donaire Vizarreta (Leyendas de terror de Ica, Perú)

El libro “Leyendas y Tradiciones Iqueñas”, cuyo autor es el escritor y profesor iqueño Juan Donaire Vizarreta, fue publicado en el año de 1985.
Es un libro de tapa pequeña que contiene 17 de algunas de las más resaltantes leyendas y tradiciones del departamento sureño de Ica, tal y como lo manifiesta el título del libro.
Son 17 leyendas de fantasmas, aparecidos, leyendas, milagros, etc. que ocurrieron en distintas partes del departamento de Ica, el cual está al sur de Lima, capital de Perú.
Entre las 17 leyendas que más me atrajeron puedo nombrar a 6, debido a que son historias de fantasmas y cosas paranormales.





Leyenda n° 1: La media luna
Esta leyenda la oyó Donaire de pequeño. Cuando hay un movimiento sísmico se oía un lejano ruido similar a un bramido de fieras que venía de la Quebrada de Pisco, siendo comentado por los campesinos de Pisco que eso se debía a que la Media Luna se ha enfurecido.
Donaire explica que esta leyenda se la contó un anciano que conocía las historias y tradiciones de ese lugar de Ica. Hace años en la cima del cerro de la Media Luna existía una laguna en la que había bastantes camarones. Dicha laguna fue puesta por la luna para que le sirviera como un espejo para cuando quisiera salir de noche. Nadie podía acercarse a la cúspide del cerro bajo pena de quedar encantado, ósea bajo un encanto. Es menester aclarar lo que significa la palabra encanto en este contexto, la cual se refiere a un acontecimiento paranormal que el contemplarlo trae la consecuencia de verse arrastrado a otra dimensión fuera de esta realidad y ser convertido en un ánima.
Pero el diablo se apoderó de ese lugar y de los seres vivos que llegasen allí. Los camarones se convirtieron en demonios que en esa forma de crustáceos esperaban atrapar a los incautos que por allí se adentraran.
Hubo muchos encantados. Se refiere que los que se iban a pescar camarones no volvían pues el diablo cargaba con ellos. Se ven en una ladera del susodicho cerro una guitarra y un cajón creyéndose que fueron encantados unos cantantes que iban a dar serenata.
Se dice que en noches de luna nueva se oyen las voces y melodías de los encantados.
Se especula que los encantados están pagando las faltas y pecados que cometieron en vida.
En una ocasión, la luna apareció y en ese momento la laguna voló hecha pedazos como si de un espejo se tratase. Las aguas descendieron por la ladera del cerro, dejando la estela de una media luna, siendo esta marca la vigilante del lugar.
Cuando hay un movimiento telúrico, se oyen los gritos de las personas y animales que están atrapados en dicho lugar y además se observan destellos cuando el diablo quiere hacer de las suyas pero no pueden hacer nada.
El autor cuenta que una noche se acercó con varios amigos a dicho cerro para explorarlo pero en eso el viento zumbó hacia el cerro creando raros y siniestros ruidos, cosa que hizo que al final declinasen.




Leyenda n° 2: Huacachina
La laguna de Huacachina es una laguna famosa por la propiedad medicinal de sus verdosas aguas. Se halla situada a cinco kilómetros al oeste de la ciudad de Ica, entre arenales y altos médanos. Modernos edificios rodean dicha laguna a la par de huarangos, juncos, toñuces y demás árboles iqueños.
Es interesante que en las noches de luna llena varias parejas de enamorados se hacen promesas de amor bajo la sombra de un encorvado y añoso huarango.
Hace muchos años vivía en los alrededores del caserío de Comatrana un hombre melancólico que se dedicaba a las labores del campo. Un día se topó con una mujer muy hermosa y él se enamoró muy locamente de ella. Cabe decir que antiguamente en los caseríos todas las personas se conocían por ser muy pocas por lo que él nunca la había visto y debe suponerse que ella era una forastera o que vivía en una comarca cercana.
Él soñó que ella vivía entre huarangales entre los médanos y cómo estaba tan perdidamente enamorado que sus ansías de volver a verla fueron tantas que fue a visitar dunas con la esperanza de encontrarla allí.
No la encontró pero se hizo aficionado a cazar palomas, tórtolas y otra variedad de aves típicas de la zona.
Una noche vio a una paloma posada sobre la copa de un árbol y se dispuso a cazarla pero la paloma voló a unos árboles hasta que se metió en el espeso follaje de los huarangos. Poco después oyó el arrullar de una paloma que parecía llorar. Dicho arrullo se trasformó en una melodiosa canción que la cantaba una mujer.
Se dirigió al pequeño bosque de huarangos y vio a la mujer que andaba buscando. Ella mientras cantaba, cavaba un pozo de donde fluía agua fresca. Se bañaba allí y mediante un espejo contemplaba y peinaba su cabellera rubia. Por el espejo ella vio al cazador y sintió temor.
Ella se alejó de él ante lo cual el cazador la llamaba para que se acerque pero ella le dijo que no podía tener contacto carnal porque había sido designada como sacrificio al dios de los campos para que enviara lluvia.
El cazador quiso atraparla pero ella echó a correr. La chica fue derribada por el tronco de un huarango y cuando fue allá el cazador vio que se había formado una laguna producto de que el espejo de la chica se convirtió en laguna. La tela que cubría a la mujer se convirtió en médanos y ella se transformó en sirena. El color de las aguas tendría el color de sus ojos verdes.
Desde ese momento la laguna tenía propiedades curativas.
Con respecto al nombre, es un nombre quechua compuesto por las palabras huacca que significa “llorar” y china que significa “joven”, lo que significa la joven que hace llorar.
Ahora, sobre la sirena y sus apariciones se dan por muchas pero dichas apariciones serán tocadas en otro video.




Leyenda n° 3: Cerro prieto
El Cerro Prieto es un cerro de color negruzco que se encuentra al oeste del pueblo de Guadalupe que es la capital del distrito de Salas, el cual está ubicado al norte de Ica.
Es un cerro alargado de norte a sur y al parecer fue lugar de veneración desde tiempos prehispánicos.
Restos de raras construcciones de piedra están desperdigados por las laderas del cerro. Hay unos escampados que parecieran haber sido unas carreteras bordeando montículos de piedras encontrándose pequeñas plazoletas como si dieran paso al encuentro de dos carruajes.
El Cerro Prieto fue una pacarina o tótem al que el pueblo acudía a rendir culto a sus dioses.
La pacarina es una divinidad particular de cada ayllu o grupos de familiar siendo una montaña, lago, mar, etc.
Como acto de extirpación de ese culto se puso las cruces en la cima.
La leyenda del origen del Cerro Prieto es la siguiente:
El Cerro Prieto fue un monstruo que fue enviado para destruir todo lo que encontraba a su paso, convirtiendo en pampa desolada la mayor parte del terreno comprendido entre el mar y los contrafuertes andinos.
Los pobladores oraron y potentes rayos se incrustaron en el cuerpo del monstruo, matándolo.
Tras morir se convirtió en montaña.
Pero antes de morir, el monstruo pidió al diablo que se apoderasen de sus restos y castiguen a las personas.
Sin embargo, más que la leyenda del cerro lo que es más aterrador son las historias que se le relacionan al cerro.
Se cuenta que el diablo pasa en una carreta por el cerro. Un señor que no quiso creer dicho rumor se fue de noche al cerro pero su sorpresa fue enorme cuando vio una carreta que se acercaba rápidamente hacía él. Él se trepó a su caballo y huyó en dirección al pueblo de Guadalupe y hasta allí lo persiguió la carreta. Al día siguiente de ello estaban las huellas de la carreta. El propio escritor Donaire vio las huellas de la carreta, supongo en sus años tiernos.
Donaire dice que escuchó el redoblar de tambores así como las notas de una banda de músicos.
También se cuenta que en este cerro están escondidos sacos de oro y plata, enterrados por los montoneros, poniendo como señal una caña brava.
El Cerro Prieto fue testigo de reuniones de brujos y brujas pero esa es otra historia que contaré en un futuro video.




Leyenda n° 4: Saraja
El cerro Saraja es una colosal duna que domina a la ciudad y que poseía una laguna que se secó.
No hay un leyenda de su origen como en las leyendas del origen del cerro de la media luna, la laguna de la Huacachina y del cerro prieto, pero si hay bastantes leyendas sobre el entorno del cerro de Saraja.
En ese lugar se cuenta que en las mañanas nubladas, en los atardeceres tranquilos o en las noches de luna llena se veía sobre los arenales de la laguna a una mujer que bailaba al son de una música surgida de los lejanos médanos. Cualquier persona que viera tal baile era atraído por la bailarina hacia la laguna en la cual la víctima se hundía y no volvería salir.
En Saraja también se dio el caso de que una niña, quien sufría los maltratos de una familia acomodada, fue a recoger leña a este paraje y que una misteriosa y a la vez hermosa mujer la ayudó dándole toda la leña posible así como le regaló unos montones de carbón. La niña los puso en su habitación pero que en la noche dichos carbones se convirtieron en oro lo que atrajo la avaricia de los dueños quienes le preguntaron a la pequeña sirvienta de donde había sacado tanto oro y ella le dijo. Al día siguiente fueron muy de mañana al referido lugar. Fueron con un grupo de músicos porque se enteraron que a ella le gusta la música pero al llegar vieron que había una entrada en el cerro. Dicha entrada conducía al fondo al oro, bajo la sombra de floridos árboles. Ellos cruzaron el portón del cerro y ni bien lo hicieron quedaron atrapados en el cerro.
Se comenta que ellos y otros encantados hacen alboroto en el interior del cerro al ser el mediodía o la medianoche, oyéndose incluso notas de bandas musicales.
Cierto día, unos alumnos del colegio nacional “San Luis Gonzaga” se tiraron la pera, término coloquial para decir que faltaron a clases y se fueron a vagabundear. Se fueron hacia Saraja. Vieron, pues, un hermoso jumento que pastaba debajo de un huarango pero cuál fue su sorpresa que dicho animal crecía para dar cabida a todos. Ellos se asustaron y regresaron a la ciudad. Estaban convencidos de que el diablo se convirtió en asno para cargar con ellos al encanto de Saraja.
Al igual que el cerro Prieto, el cerro Saraja fue un lugar de adoración, siendo venerado como una pakarina.
Saraja es el compuesto quechua de Sara que significa “maíz” y Acja que significa “chicha”. Era pues el lugar donde se hacía o se libaba chicha de maíz en honor a la divinidad.
Hay unas líneas que se refieren a Saraja:
Debajo de una gran palma, juego lento la baraja, pensando con toda el alma, en el cerro de Saraja.




Leyenda n° 5: Botaron al diablo en Huaitará
Huaitará es una ciudad serrana ubicada a 2,500 metros sobre el nivel del mar. Quiere decir Flor mía. Cuenta con varios restos arqueológicos siendo el más conocido las ruinas de Incawasi.
Una persona natural de Huaitará comentó que en dicho lugar estuvo el diablo haciendo daño a la gente pero luego lo pudieron botar hacia Ica. El escritor Donaire le preguntó cómo era esto y él le dijo que no podía decir más porque los cerros escuchan, dando a entender que el diablo quien mora en los cerros podía escucharlo y hacerle algo terrible.
Así pasó con otro natural de Huaitará.
Sin embargo cuando ya había regresado a Ica, se encontró con un amigo natural de Huaitará quien le contó lo siguiente:
“Don Cirilo Puma vivía cerca de Santa Catalina que es uno de los sitios arqueológicos más valiosos de Huaitará. Su vivienda aunque era moderna inspiraba miedo y respeto. Él atendía ciertos negocios en Ica o en Lima por lo que a veces se ausentaba de su casa y permanecía varios meses en dichas ciudades.
Se comentaba que en su casa cuando no estaba se reunían personajes desconocidos para ejecutar danzas macabras y renegar de Dios. En algunas noches se oían gritos desgarradores a la par de aullidos de lobos.
Había llegado a vivir en la referida casa un personaje cuyo nombre nadie lo sabía. Usaba vestidos elegantes y caminaba rítmicamente. Él era quien organizaba dichas reuniones.
Nadie conversaba con él.
Muchas desgracias hubo en el pueblo cuando él vino: mujeres asaltadas y violadas en el campo, dificultades raras en el trabajo campesino y fuertes remolinos por las encrucijadas que oscurecían el paisaje.
Un atardecer se vio hacia el lado del lugar llamado Huatas a un grupo de personas vestidas de rojo ejecutando danzas alrededor de un montículo de piedras y el personaje extraño era quien dirigía tal actividad.
Esas personas se dieron cuenta que el pueblo los miraba y desaparecieron en un estela de humo.
A partir de allí, la gente cada vez que lo veía le increpaba quien era y a qué se dedicaba.
La comunidad decidió citarlo para que declare pero ante la negativa del sujeto quien no asistió en varias oportunidades se decidió por expulsarlo.
Una mañana lo llevaron y lo sacaron de Huaitará con la amenaza de matarlo si es que regresaba.
No pasó mucho cuando hubo una tempestad venida del oeste. Un griterío se oía de lado del remolino.
La multitud de personas vieron que en dicho lugar, para ser más precisos sobre la cumbre del cerro Qolca, estaba el personaje junto a otros personajes y él les dijo que era dueño de todos los cerros y que se iba de paseo a la costa pero que en cualquier rato regresaba. Luego despareció junto a sus amigos.
Se dice que ese personaje no fue otro que el mismísimo diablo.




Leyenda n° 6: Heralda, la bruja
Había una mujer que vivió por las primeras décadas del siglo XX, llamada Natiel quien tenía fama de ser una bruja capaz de dañar y destruir a las personas.
Todos le temían y procuraban no mencionar su nombre. Era objeto de miedo y terror.
El autor estaba cerca del cerro Prieto. Un señor le contó la siguiente historia:
“Esas paredes derruidas que se ven en el cerro Prieto son restos de la morada de doña Natiel y allí se reunía con otros brujos bajo la presidencia de Satanás.
Ella en su juventud era una mujer muy bondadosa además de bella y alta. Una noche de fuerte tormenta apareció en la puesta de su casa un joven vestido quien resultó ser el diablo.
Tras seducirla, la llevó a la cima del cerro prieto donde estaban varias personas vestidas con ropas raras y haciendo bailes macabros.
El diablo tras decirle unas palabras la convirtió en bruja tras un ritual de iniciación en el que le chupó la sangre de los dedos de la mano izquierda y se la escupió en el rostro.
Natiel cambió su nombre por Heralda. Ella aprendió la técnica de volar diciendo las palabras cabalísticas “Sin Dios y sin Santa maría me voy feliz por esta vía” y se echó a volar en una escoba y su rostro se convirtió en el de una anciana decrepita.
Ella a través de la magia negra y la hechicería causó raras enfermedades, deformaciones en el rostro y en algunos casos causaba la muerte.
Tomaba la tierra pisada por la persona designada para el daño, la envolvía con cuidado formando un muñeco, el cual lo llevaba al cementerio y lo enterraba y luego le echaba ese polvo más tierra de muerto a la persona en un descuido. También lo remojaba y daba de beber, causando una muerte rápida pero dolorosa.
Ella podía convertirse en fiera o en animal doméstico y podía causar la muerte con graves y profundas heridas. Una anécdota es que quiso corregir a un pariente suyo que salía de noche y le dijo que no saliera de noche por el camino a Rincón puesto que sale un pavo salvaje que puede matar. El sujeto no le hizo caso y ella decidió espantarlo.

Ella se convirtió en pavo gigante y se le cruzó en el camino. Él tenía un garrote y le dio al pavo una tanda que lo dejó tirado en el suelo. Al día siguiente, Heralda estaba enferma con varias costillas rotas. Ella se dejó hacer así porque le tenía gran cariño, en otro caso ella lo hubiera matado al primer aletazo.





13 comentarios:

  1. Hola! haha bueno gracias por esto, de verdad que necesitaba una información así muchas gracias we ! ;)

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    1. No hay de qué, :) Más bien, te invito a leer mis demás posts. Saludos, mano, :)

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  2. guau hermosos cuentos me encanto aunque soy niño me gusta esto de investigar gracias Señor Donayre por la información

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    1. Hola, amigo, el sr Donayre ha hecho una magnífico compilación de relatos. A mí también me inspiró siendo niño. Un gran abrazo, amigo.

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  3. Vaya! No conocía esta obra de mi tío Juan, leí Campiña Iqueña cuando tenía 8 años de un libro autografiado que tenía mi abuelo. Muchas gracias!!!

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    1. No hay de qué. Tu tío Juan ha hecho una gran labor acerca de compilar tradiciones de Ica. Mi niñez y adolescencia estuvieron ligadas a las obras de tu tío. Un gran abrazo para ti.

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    2. Buenas. Usted también es familiar de mi tío abuelo Juan?

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    3. no, sino que admiro su trabajo desde que leí su libro. Saludos.

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  4. Hermosas leyendo y que bonito escribía mi tío abuelo. Por él estoy leyendo más.

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  5. Excelentes leyendas de Ica que todos los iqueños y peruanos debemos conocer y valorar nuestra identidad de un gran escritor y paisano de Guadalupe como lo fue Juan Donaire Vizarreta que también fue alcalde del distrito allá por la decada de los 90s. Estas leyendas y muchas otras más, deben de enseñarse a los niños y adolescentes en las escuelas de nuestra región iqueña ahora que pase la pandemia. Saludos Milton por publicar estas hermosas leyendas...

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